lunes, 19 de marzo de 2012

Todo lo que eres

Eres la luz que ilumina nuestras vidas. Eres la esencia del amor por tu familia. Eres el mejor cocinilla, el que siempre echa diez kilos de amor a todos sus platos y se nota. Eres el 50% de los genes de nuestra princesa y el 100% de nuestra alegría. Eres el más madrugador de los madrugadores para que te quede tiempo para jugar. Eres el que aguanta despierto aunque te caigas de sueño para jugar a las frutas en la cama con Lucía saltando por tu pecho. Eres el que escoge siempre un conjunto que no pega pero el más cómodo para tu nena, porque antepones siempre el bienestar a cualquier apariencia. Eres el mejor cómico, el que mejor juega a las marionetas, el que más nos hace reir. Eres el que mejor masajea a mamá, el que mejor rasca la barriga a Leyre y el que mejor acuna a Lucía cuando ya nada le calma. Eres el más imaginativo, el más sorprendente, el que imagina planes sin fin desde las cosas más sencillas. Eres el regazo perfecto en el que las tres caemos siempre dormidas. Eres nuestro conquistador, nuestro príncipe y nuestro ídolo. Eres el más cantarín, el que inventa las letras más divertidas, el más ingenioso. Eres el romanticismo en persona que pone ccorazones al pan y llora de felicidad. Eres el más juguetón que todo lo inventa y que todo lo diseña para hacernos reir. Eres la comprensión persona, el amante perfecto, el diplomático que siempre encuentra el equilibrio. Eres el macgiver que todo lo arregla, el fan número uno del "no pasa nada", del "todo se soluciona". Eres el que más kilómetros se hace por dormir con su familia con una inmensa sonrisa como si no te supusiera un esfuerzo. Eres el que mejor espera. Eres el mejor doulo, el que mejor prepara el periné, el que mejor masajea las contracciones, el mejor controlador de las respiraciones. Eres el responsable de que esta familia exista, de que esta familia suspire por tus besos y de que te añore en cada segundo que no te tiene cerca, porque todo el tiempo a tu lado siempre nos parece poco.


Eres todo esto y mucho más. Eres el mejor papá del mundo, lo dice Lucía, lo dice Leyre y lo dice quien cada día se quita el sombrero ante tí, porque "molas mucho"....porque vales lo incalculable, porque queremos seguir a tu lado toda la vida y todas las vidas que vengan, porque queremos seguir cuidándote y mimándote siempre, porque te lo mereces todo. Te queremos mucho, muchísimo. Tus chicas.


miércoles, 14 de marzo de 2012

La felicidad de las cosas sencillas

Llego a casa después de un día durillo...organización de jornadas, gestiones, clase y al entrar inunda el ambiente un rico olor a pan recién hecho. Mi chico ha vuelto a hacer pan usando su imaginación. Leyre sale despedida a recibirme y se deshace en amor acentuado porque estos días está hormonalmente sensible, aunque ella siempre es expresividad en persona. Subo las escaleras y me cruzo una sonrisa cómplice, tierna y amorosa, mi amor me está esperando (adoro las semanas en las que no tiene que viajar, que son las menos, pero cuanto las disfruto!!). Mi niña, en sus brazos, gira la cabeza y según me ve me dedica la sonrisa más profunda que sabe hacer con esos dos dientecillos que ya le asoman. Estaban preparando un baño para las dos, el agua está calentita y el baño bien caldeado. Enseguida en medio de una canción que cantamos a dúo (bastante mal pero hacemos lo que podemos :)) nos metemos las dos en la bañera y empezamos a jugar. Le encanta perseguir a los muñecos bajo el agua y mojarse la cabeza hasta las orejas poniéndose boca arriba tumbada en mis piernas, es una sensación tan agradable.


Papá espera con una gran toalla y con el secador a punto (os recuerdo que mi gordi gasta ya una melena de rizos considerables) para rescatar a la gordita al cabo de un rato mientras yo termino de lavarme. Nos "encremamos", vestimos y preparamos para cenar. Esta vez vamos a probar los champis y que ricos!!, se los come a puñaditos con pequeños trocitos de jamón, ya hace la pinza perfectamente, incluso desliza los trocitos por la palma para llevarselos a los deditos y comerlos mejor para que no se le escape ninguno (aunque ahí está mi Leyre para que la cocina no se resienta del baby-led-weaning que practicamos, bebiendo agua en su vasito (ha dicho que el biberon ya lo podemos jubilar)..parece tan mayor!. Al cabo de un rato acabamos los 3 en la cama, Leyre en el reposapies de la cama (quiere estar cerquita), la manada unida.

Ha sido un día insignificante, no ha pasado nada importante, no ha habido ningún acontecimiento, ambos estamos desbordados de trabajo y con cierta presión por encontrar horas para trabajar, incluso mi blog está prudencialmente abandonado hasta que pueda dedicarle el tiempo que me gusta y sin embargo, siento que reboso felicidad. No puedo pedir más. Mi princesa se ha dormido abrazada con ambas manitas a su teta y sus piececitos subidos a mis piernas, encajándose en el hueco de mi tripa como si aún estuviera dentro. Las manos de mi príncipe se deslizan por mi espalda y siento un beso en ese espacio tan dulce que queda debajo de la oreja, detrás de la mejilla. Estamos bien, estamos sanos, podemos seguir adelante aunque estemos apurados, no nos faltan ganas, empeño ni voluntad.

La sencillez de esta felicidad me inunda.

Querido blog, queridos premios (2!!) que andais esperando para ser recogidos, paciencia. Estoy disfrutando al máximo de la felicidad de las cosas sencillas mientras recuperamos el ritmo de esta nuestra nueva realidad, en la que la conciliación está siendo real (y sé que Lucía se sentirá orgullosa de ello) aunque aún me queden por cuadrar los horarios para dormir un poco más y sentirme menos agobiada. Tiempo al tiempo.

Pero que pase despacio...deseo que estos momentos duren mucho!!. Aún me parece que estos casi 8 meses (en dos días!!) se han pasado en un parpadeo.